Hemos terminado nuestro Proyecto del Sol y la Luna y como ha coincidido con la llegada de la fiesta del Carnaval, hemos decidido hacernos un disfraz especial, para rendir homenaje a todo lo que hemos aprendido. Sabemos lo importante que es el SOL para la vida, por ello nos hemos convertido en pequeños "soletes". Estuvimos pensando cómo nos podíamos disfrazar y al final opté por una opción barata y sencilla, en la que los peques pudieran participar en alguna cosa para hacer su propia confección del traje.
El resultado ha sido muy lindo, y no ha requerido demasiado material:
- Bolsas de basura de color amarillo para hacer el traje.
- Papel de charol naranja para hacer las tiras de los rayos.
- Papel de charol amarillo para hacer el círculo del sol.
- Gomets de círculo amarillos para decorar la bolsa.
En el rincón del artista se encontraron una propuesta artística de "somos diseñador@s" y vamos a confeccionarnos nuestro propio traje de carnaval. Dicho así, previamente, les preparé la base del disfraz para que luego cada peque pudiera decorarlo (a cada uno le entregué el traje ya recortado y con el círculo del sol pegado, de manera que su parte fue pegarle los rayitos al sol y posteriormente, añadirle los adornos de los gomets amarillos).
Una vez que tuvimos el traje terminado, nos elaboramos los complementos, que consistían en una diadema y una varita. Para las dos cosas usamos unas láminas de troquelado que teníamos del Proyecto:
Para la varita usamos los soles de este troquelado y reservamos la luna para otra actividad. Mientras hemos estado realizando el proyecto este material ha estado en el aula y hemos hecho actividades con él.
Por detrás de cada sol, le pequé la letra de la canción "sal solecito" que la hemos estado cantando cada mañana.
Para la diadema, hemos usado una cinta azul de cartulina a la que se le ha añadido el mismo solecito de la varita, como adorno.
No es un disfraz de los que duran...porque casi se desmonta a la hora de salir...jeje, pero han disfrutado mucho viéndose iguales y sobre todo, con mucha ilusión de salir a modo de modelo de pasarela para que los vieran sus familiares.
Por otro lado, y como este disfraz estaba preparado para la hora de salir del cole, el viernes se encontraron al llegar a clase, dos cajas grandes en la zona de la asamblea... Cuando llegan y hay algo diferente siempre empiezan a hablar entre ellos y a comentar qué podrá ser o para qué lo habrá puesto la seño. Las suposiciones eran ciertas, porque una de las cajas estaba abierta y se veían sombreros y complementos de ropa de diferentes maneras. Estaba claro que tenía relación con el Carnaval.
Cuando nos reunimos todos abrimos la otra caja y estaba llena de disfraces y telas de muchas maneras. Empecé a sacar traje por traje y fuimos viendo de qué podría ser, para tantear a quien le gustaba más uno u otro. Los pusimos en el suelo como una exposición para que a la hora de cogerlos fuese más facil. Luego, fuimos repartiendo los trajes y les dije que era un día especial y que íbamos a estar por los rincones vestidos como quisiéramos, incluso desayunando. La verdad que los niños con un trozo de tela enrollada y una percha en la mano se imaginan que son super héroes, así que muchas veces el consumismo de darle las cosas hechas le quita alas a la imaginación que es la mejor herramienta del juego.
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