Mesa sensorial: el agua de la lluvia y los trasvases de líquidos

El agua es un elemento de la naturaleza con la que se pueden realizar muchas actividades, en cualquier momento del año y a los peques les encanta jugar y explorar con ella. Aunque parece que es en verano cuando más se usa para jugar, hay otros momentos en los que también se trabaja y nosotros hemos aprovechado nuestra mesa sensorial para disfrutarla.

En otoño, suelen aparecer los días lluviosos y el agua es un bien para las plantas porque el paisaje se empieza a poner de nuevo verde, y el campo se llena de diferentes tonalidades verdosas que hace que esta estación llame tanto la atención, junto con las coloridas hojas de tonos cálidos, típicas de la estación.

Nosotros en clase, hemos hablado de lo importante que es el agua para la vida, para todos los seres vivos y por ello le hemos dado un pequeño espacio para disfrutar de ella. Dicho así, en nuestra mesa sensorial un  día apareció en una de las bandejas agua, a la que le añadí un poco de colorante azul, para que se visualizara mejor en el juego previsto. En la otra bandeja había dos cubiteras de diferente tamaño, una con los huecos muy pequeños y otra con los huecos muy grandes. Cada envase iba acompañado de un objeto para hacer el trasvase: una jeringa gigante y un cuenta gotas pequeño.

La actividad que se presentó está relacionada con la VIDA PRÁCTICA y tiene grandes beneficios:

• Trabaja la precisión en la mano, al tener que llenar y vaciar sin derramar.
• Favorece la concentración.
• Practica el conteo comprobando cuántos huecos están llenos y cuántos quedan por llenar
• Un gran ejercicio de pre escritura, ya que se debe llenar cada hueco de izquierdas a derechas, en el mismo sentido que la escritura.
• Otorga destreza y responsabilidad para la vida cotidiana, ya que a este juego se le suma el recoger el agua derramada y dejarlo todo igual de limpio y ordenado
• Permite explorar con el agua y observar los efectos que provoca en el juego.

El juego consiste en trasvasar con los objetos el agua de la bandeja a las cubiteras, teniendo en cuenta el tamaño de cada una.

Para la cubitera grande se tenía que usar la jeringa grande y cada hueco se llenaba con una jeringa llena, mientras que para la cubitera pequeña se debía usar el cuenta gotas (es el dosificador del bote del Apiretal) y cada dosis llena un cubito, por lo que se debe hacer muchas más veces.

Disfrutamos mucho con esta actividad y aunque hubo momentos de derrame de agua... salió muy bien, porque a medida que lo íbamos practicando, mejorábamos también en el proceso de recogida. Incluso pusimos cerca nuestra fregona y teníamos el trapo absorbente para ayudarnos a recoger.

Creo que los mayores a veces no dejamos a los pequeños explorar todo lo que sus necesidades de investigar querrían, porque eso implica mucho desgaste físico y mental para nosostros (estar más pendientes, cambio de ropas, limpieza de la zona, falta de tiempo, etc.), pero he podido comprobar que si a los peques les das la opotunidad de aprender a organizarse, y a equivocarse, pueden sorprendernos. 

En mi aula, la mesa sensorial se ha convertido en un imprescindible y creo que es necesario darles oportunidades de explorar libremente y con todos los materiales posibles.