¿juegas?

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jueves, 29 de octubre de 2020

Lectoescritura: el "Taller arreglanombres"

Desde el curso pasado, tenemos en nuestro rincón de escritores, un material personalizado con todos los nombres de los peques, el cual tiene diferentes objetivos y grados de dificultad. Esto hace que cada niño vaya al ritmo que su maduración le marca y se pueda dar respuesta a todas las situaciones que hay en un grupo. 



Para este juego, hemos usado un material, cuya primera presentación era la de formar nuestro propio nombre a partir de unas tarjetas con letras pegadas al velcro. Cada  nombre ya viene con las letras y lo que debían es quitarlas y luego colocarlas correctamente. El curso pasado, les puse la foto y nombre completo al lado, con el fin de que pudieran tenerlo de referencia y guiarse (ver entrada aquí).



Este año, hemos sacado el juego de nuevo, para recordar la actividad, pero le hemos dado una dinámica diferente, que les ha gustado mucho. Puse la bandeja con los nombres en la mesa de los escritores y les dije que ahora esa mesa era un taller. Resulta que los nombres estaban estropeados, les faltaban o les sobraban piezas (letras) y que debían arreglarlos.



Los nombres se encuentran desordenados y a alguno le falta una letra A y a otro le falta la letra N por ejemplo. Es un auténtico caos!! y deben poner orden en ese taller. 



El elemento motivador que les ha empujado a jugar con gran ilusión es que puse en la mesa unos teléfonos de juguete y debían llamarme cuando tuvieran algún nombre arreglado, porque yo era la clienta que le había hecho el encargo.



Este detalle de llamarme por teléfono (hacen la onomatopeya Ring Ring) y yo contestar supuestamente desde la otra punta de la clase, les ha encantado y después de esto, todo lo demás es echarle teatro al asunto, pero sin olvidar los objetivos principales, que son practicar los nombres, interaccionar con letras y pasárselo bien mientras se aprende.

Hubo peques a quienes les propuse ampliar el trabajo del taller y tenían que escribir los nombres de los compañeros que habían arreglado. Para ello, les presenté nuestras tiras de pizarra blanca y rotuladores nuevos de varios colores.


Debían rellenar las tiras con nombres de sus amigos y amigas y fue una gran sorpresa que de repente se cundió la voz y empezaron a venir peques al rincón a querer usar ese material y escribir nombres en el taller. 




Esta actividad ofrece distintos grados de dificultad, ya que puede ir desde formar tu propio nombre (así empezó el curso pasado en 3 años) a formar otros y manejar muchas más letras.  Lo que sí es importante es ofrecer los juegos con motivación, para que les enganchen y dejarles jugar sólo un ratito, con el fin de que lo dejen aún con ganas de seguir usándolo al día siguiente.

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